PREVENCIÓN DE LA CARIES EN LOS NIÑOS
Los hábitos saludables suelen empezar a una edad temprana así que, si quieres evitar que tu hijo tenga caries, haz que se acostumbre a cepillarse los dientes incluso antes de que le salga su primer diente. La transición al cepillado es más fácil si tu hijo se familiariza con el cepillo de dientes desde pequeño.
Las caries pueden aparecer en todos los dientes, incluso en el primer diente de tu hijo. Tu labor será asegurarte de que tu hijo no tenga caries. Por suerte, basta con unos buenos hábitos de cepillado y un cuidado bucal adecuado para prevenir la caries en los niños.
INTRODUCIR EL CUIDADO BUCAL A UNA EDAD TEMPRANA
Para que el proceso de cepillado sea lo más fácil posible tanto para ti como para tu hijo cuando llegue el momento, empieza con hábitos sencillos. Limpia las encías de tu hijo con un paño limpio y húmedo todos los días. Esto le ayudará a evitar el crecimiento de bacterias en la boca.
Para cuando le salga su primer diente, introducir el cepillo de dientes no será tan difícil, porque tu hijo ya estará acostumbrado a una rutina oral diaria. ¿Has notado que tu hijo no quiere mantener la boca abierta? Si es así, intenta relajar a tu hijo colocándolo en tu regazo. Así, se sentirá seguro y podrás abrirle la boca.
Otro truco es cantar una canción. Esto no solo le distraerá, sino que hará que los 2 minutos de cepillado recomendados se le pasen volando. Asegúrate de cepillar todos los lados de los dientes para evitar la caries.
PASTA DE DIENTES CON FLÚOR
El flúor es importante para la higiene bucal y contribuye a que el esmalte dental sea más resistente a la erosión de los ácidos y ayuda a prevenir las pequeñas caries. Elige una pasta de dientes para niños con al menos un 0,1 % de flúor (1000 ppm), como las pastas de dientes Jordan Kids para niños de 0-5 años o Jordan Junior para niños de 6-12 años.
La cantidad de pasta de dientes recomendada para un bebé menor de un año es una gota apenas perceptible en un cepillo de dientes para bebés. Para los niños que tienen entre 1 y 3 años, la dosis puede aumentarse hasta el tamaño del dedo meñique del niño. Por último, para los niños de hasta 6 años se aconseja que sea como el tamaño de un guisante. Para conseguir un efecto óptimo, se recomienda evitar enjuagar la boca del niño con agua después de cepillarle los dientes. Además, deben evitar comer y beber durante las dos horas siguientes.
¿Y LAS PASTILLAS DE FLÚOR?
Consulta a tu dentista o profesional de la salud bucodental antes de darle a tu hijo pastillas de flúor, ya que puede no ser necesario. Sin embargo, los niños con un mayor riesgo de caries pueden necesitar una dosis adicional de flúor para ayudar a prevenirla.
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